Tomado de Escambray: La Guerra OlvidadaLos Combatientes Anticastristas En Cuba (1960-1966)Por Enrique G. EncinosaILOS HÉROES DE LA GUERRA EN LAS VILLASFue una guerra brutal y larga, de la cual muy poco se conoce o se ha escrito. En Cuba, desde principios de 1960, hasta finales de 1966, unos cuantos miles de campesinos humildes y mal armados se enfrentaron, en lucha desigual, al poderío militar del régimen de Fidel Castro. Sin suministros adecuados, acosados por bien armadas huestes enemigas, los guerrilleros fueron eventualmente derrotados pese a la furia y tenacidad con que combatieron.Más de dos décadas han transcurrido desde la etapa de los alzamientos guerrilleros. Pese a que estos sucesos afectaron las vidas de cientos de miles de cubanos, muy poco se ha escrito o documentado públicamente sobre esta etapa. El régimen castrista ha publicado media docena de libros y producido un par de películas sobre el tema de los alzamientos, refiriéndose en forma tergiversada a los guerrilleros como simples bandidos. Aunque en algunos libros, particularmente los escritos por José Norberto Fuentes, se admite el valor de los alzados, la mayoría de estas ediciones han tenido circulación muy limitada dentro de Cuba. Obviamente, el régimen de Fidel Castro no ha tenido gran interés en demostrar que existió una fuerte oposición al comunismo entre los hombres más humildes de Cuba, los guajiros de los campos cubanosEn el exilio nada se había publicado hasta la fecha sobre el proceso guerrillero, que ocurrió de 1960 al 1966. Las dificultades en investigar y analizar este momento histórico, se han basado en las limitaciones impuestas por las circunstancias, el tiempo y el espacio. Primeramente, muy pocos líderes guerrilleros sobrevivieron a la brutal guerra. Miles de alzados murieron en combate o fueron fusilados. De los sobrevivientes, más de dos mil cumplieron -y algunos aún cumplenl argas condenas carlearais en las ergástulas del régimen. La disponebilidad de estos hombres para las entrevistas, ha sido limitada a los últimos años, en los cuales numerosos ex-presos politicos comenzaron a llegar a tierras del exilio. Una tercera circunstancia limitadora ha sido el hecho de que los alzados, siendo de procedencia humilde cuentan con un bajo nivel educacional, lo que hace muy escaso el número de memorias, cartas o ensayos escritos por los sobrevivientes para documentar un estudio serio sobre el proceso.(Alzados en el Escambray; al centro Evelio Duque y Osvaldo Ramírez)Pese a todas las dificultades, la etapa de los alzamientos guerrilleros merece ser estudiada profundamente. La guerra campesina abarcó las seis provincias de la Isla, siendo la campaña militar más grande llevada a cabo en Cuba desde el inicio de la República en 1902. Desde los tiempos de los mambises nunca se había combatido con tanta fiereza en suelo cubano.El número de muertos en estos años de combate nunca se sabrá con certeza. El gobierno de Castro rara vez dió a la publicidad detalles sobre combates o ejecuciones. Los alzados, divididos en grupos, con malas comunicaciones entre sí, sólo sabían de las bajas ocurridas en zonas limitadas Mantener un censo de los caídos era imposible para los insurgentes. Los fusilamientos, especialmente en Las Villas, no fueron sólo de guerrilleros, también abarcaron a colaboradores, a contactos en líneas de suministros y a algunos infelices guajiros que se encontraban en el lugar equivocado cuando el ejército castrista patrullaba la zona.Ni siquiera las fuentes de información del régimen están de acuerdo con el número de bajas sufridas por sus propias fuerzas. El escritor Juan Carlos Fernández, en su libro Todo es secreto hasta un día, publicado en Cuba en 1976, da la cifra de doscientos noventa y cinco muertos en combate sufridos por operativos del FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) en las acciones contra los bandidos. Sin embargo en 1970, Raúl Castro. en discurso pronunciado en un acto conmemorativo del aparato represivo del MININT (Ministerio del Interior) hizo una alusión muy significativa a la lucha guerrillera de 1960 a 1966, declarando que en las seis provincias de Cuba llegaron a existir un total de ciento setenta y nueve bandas guerrilleras, compuestas por tres mil quinientos noventa y un alzados. Según lo expresado por R. Castro en su discurso, el costo de eliminar a estos grupos llegó a ser de casi ochocientos millones de pesos y causó la muerte, de casi quinientos hombres del FAR. Pero, esta. cifra de Raúl Castro ha sido contradicha. En el libro Nos impusieron la violencia (Cuba, 1986), el autor José Norberto Fuentes, detalla el costo de esta guerra en cerca de mil millones de pesos. Este mismo autor asegura en uno de sus tres libros (Cazabandidos) que las unidades especiales del LCB (Lucha Contra Bandidos) perdieron en combates en la provincia de Las Villas trescientos cinco cazadores. Como la cifra de Norberto Fuentes no toma en consideración los muertos del FAR ocurridos entre 1960 y 1962 en las dos Limpias (antes de la creación del LCB) ni las bajas ocurridas en las otras cinco provincias, es muy posible que el número de muertes incurridas por fuerzas del régimen haya sido mucho mayor al de la cifra expresada por Raú Castro en su discurso de 1970.Lo que sí sabemos, sin discusión, es que el proceso guerrillero de 1960 al 1966, costó las vidas de por lo menos tres mil cubanos de ambos lados de la contienda, causó el presidio de miles de otros, y afectó la vida de una nación entera.***************Para los demás capítulos, haga click
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María Werlau desmostró el pasado sábado 13 de diciembre en Miami que la persistencia no tiene límites, en caso que se trate de gente ninguneada por los infolios oficiales. Las víctimas olvidadas del Ché Guevara (Archivo Cuba, 2011) es un pequeño filón para entrarnos en medio de listados, testimonios y datos puntuales de las primeras víctimas del Ché en suelo cubano.
Con Las víctimas olvidadas del Ché Guevara María Werlau ha puesto rostro a nombres y cifras que permanecieron soterradas bajo la más estricta censura, esperemos sea un camino donde alguna vez se alcance la verdadera justicia, y el mito guevarista termine por desplomarse.
La ribellione dei monti Escambray fu un lungo conflitto che imperversò a Cuba dal 1959 al 1965, principalmente nella regione dei Monti Escambray nell'interno dell'isola; il conflitto fu portato avanti da un gruppo di rivoltosi cubani che si opponevano al governo guidato da Fidel Castro, al potere al termine della rivoluzione cubana contro il precedente regime dittatoriale di Fulgencio Batista. L'attuale Governo cubano definisce la rivolta come "guerra contro i banditi" (in spagnolo: Lucha contra Banditos)[6].
La "guerra contro i banditi" durò piuttosto a lungo e coinvolse più uomini rispetto alla precedente guerriglia tra i rivoluzionati e le forze di Batista[21][22]. Il leader governativo cubano Victor Dreke diede una visione filo-castrista del conflitto nel suo libro del 2002 Dalle Escambray al Congo: questo era notabile per la violenta condanna espressa dall'autore nei confronti degli ex compagni nella lotta contro Batista, descritti come traditori della rivoluzione e quasi tutti [...] dei controrivoluzionari e definendo William Morgan uno stupratore[23]; tuttavia, Dreke descrisse anche le tattiche e la mentalità delle forze governative cubane durante il conflitto, il loro uso spietato della forza e la loro attitudine a non prendere prigionieri.
La serie LCB: La otra guerra, con una notable y atenta recepción de distintas generaciones de televidentes, ha revelado a muchos en los últimos tiempos cuánto queda aún por contar de la historia cubana para las grandes audiencias, y cuánto puede calar en el público una obra audiovisual que integra responsablemente la ficción con el testimonio personal y la investigación y la veracidad históricas.
Desde el 8 de septiembre de 1960, cuando una tropa que dirigía el propio Fidel rodeó a una banda en la zona de La Sierrita y capturó a más de una decena de bandidos y a su cabecilla, Leandro Alberto Walsh, hasta el 5 de julio de 1965, cuando fue neutralizada en la zona de Los Ramones (cerca del río Jatibonico, también en Las Villas) la última que quedaba activa, la de Juan Alberto Martínez Andrade, miles de combatientes de las Fuerzas Armadas, las Milicias Nacionales Revolucionarias, el Ministerio del Interior y las compañías serranas y pobladores de las montañas participaron en una guerra contra grupos que, más que ideales o una agenda política, defendieron y practicaron el terrorismo, desde el asedio y la intimidación hasta el asesinato de pobladores.
El macizo de Guamuhaya (que desde entonces fue más conocido como Escambray), fue el epicentro de la acción de las bandas, el escogido y promovido por la CIA y el Gobierno de los Estados Unidos para su guerra irregular en Cuba, parte del esquema general estratégico en su objetivo de derrocar a la Revolución cubana.
La historia que generaciones de cubanos han revivido en los últimos tiempos en LCB: La otra guerra es parte de la dura historia nacional, pero también involucra historias familiares y personales que aún hoy pueden ser contadas por quienes vivieron aquellos sucesos de forma directa o indirecta, los que perdieron a compañeros de tropa o a familiares, los que debieron dejar sus hogares, los que sufrieron heridas y daños permanentes y vivieron bajo el terror.
Las unidades de LCB eran obreros, campesinos, gente de pueblo, los bandidos eran asesinos, ladrones y servían a los intereses de los EU.La serie refleja la verdad histórica, cuanto sufrimos en aquella época la muerte de Conrado, Ascunce, Lantigua, alfabetizadores y campesinos. Hoy nos sentimos orgullosos del hombre de Maisenicu, de los milicianos obreros y campesinos que a golpe de coraje y sacrificio libraron y vencieron en esa guerra. 2ff7e9595c
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